Recuerdo la primera vez que entraba a un Starbucks. En Cherry Street de Winston Salem, Carolina del Norte, se localiza una de estas cafeterías que atiende a miles de trabajadores y empresarios del centro de la ciudad. Tratando de ser buena diseñadora, observo la infraestructura del lugar, la decoración, los souvenir y hasta el diseño de las tazas de café. Pero mi atención se fija en los clientes del lugar: la gran mayoría hombres y mujeres de traje, y uno que otro turista como yo. Algunos consumen tranquilamente un capuchino, disfrutando de la comodidad de los asientos, y la mayoría sólo piden su bebida y se van. Para ser miércoles a medio día, la cafetería está llena, es la hora del brunch para muchos empleados.
Años después, me encuentro en el Starbucks que está enfrente del WTC, Ciudad de México. Su infraestructura y decoración me hacen recordar el Starbucks de Cherry Street; el café no sabe igual y para mi sorpresa no veo hombres y mujeres trajeados, a medio día de un miércoles. La cafetería está llena y observo solamente clientes jóvenes-adultos. ¿Qué ocurre aquí?
Me doy cuenta que el éxito del Starbucks ha sido diferente en México que en Estados Unidos. Bien dice Pankaj Ghemawat que no puedes llegar a todos los mercados con la misma estrategia. Mientras que en Estados Unidos su éxito se debe a la selección de ubicaciones privilegiadas; en México, fue la moda y los valores que conllevan la marca la causa de su éxito.
Continuando con la aplicación de las ideas de Pankaj, una teoría económica del siglo XIX puede ser bien aplicada al modo de operación de ciertas cafeterías, monopolios petroleros y a casos de inmigración del siglo XXI, pero sólo a ciertos casos. Ahora la economía, la cual se enfoca en la escasez de arrendamientos y recursos, tiene que tratar con la escasez de capital intelectual (fenómeno que se ve afectado por las barreras que impone el gobierno y los monopolios).
A continuación se presentan casos donde la visión existe, pero las barreras que imponen los monopolios prohíben el desarrollo de varios proyectos con fines sociales.
En un lado de la moneda, existen empresas socialmente responsables que se involucran en el desarrollo de una comunidad, comprándole a ésta productos que integran a los servicios que ellas proporcionan; en la otra cara, existen empresas que adquieren su materia prima acudiendo a mercados nacionales o internacionales, buscando el mejor precio, sin que les importe el impacto social de sus adquisiciones. Un ejemplo del primer caso sería el restaurante Toks, el cual ofrece productos que son elaborados por comunidades rurales; y como el segundo caso, el Starbucks, el cual adquiere sus mezclas de café en el mercado libre. Aquí la barrera es la falta de apoyo para programas de desarrollo social, y la escasez de personas comprometidas económica y socialmente con su empresa.
Otra barrera impuesta al desarrollo social y que atenta contra el medio ambiente es la existencia de un monopolio petrolero de Estado en México y un monopolio de concesionarios en Estados Unidos, los cuales controlan de hecho el mercado interno y el internacional. En México, el monopolio PEMEX establece las cuotas de producción interna, controladas por la OPEP, y las distribuye en el mercado internacional, principalmente a Estados Unidos. Al mismo tiempo, carece de la capacidad de refinación para cubrir las necesidades del mercado interno, por lo que se ve obligado a importar gasolinas y gas LP de Estados Unidos. ¿Qué está ocurriendo aquí? México subsidia el petróleo que los Estado Unidos consumen y almacenan. Por otro lado, el bajo porcentaje de petróleo que en México se refina, no cumple con los requerimientos en cuanto a control de la contaminación; México quema al aire libre una gran parte de los residuos de la destilación y los excedentes del gas natural, contribuyendo al aumento de la contaminación del medio ambiente.
Mientras tanto, en Estados Unidos, los controles de contaminación son muy laxos y todas las industrias que lo utilizan. Por ejemplo, el proyecto Manhattan, el cual busca que los carros funcionen con combustibles alternativos, no puede ser puesto en marcha ya que el gobierno no apoya ni controla la industria alternativa automotriz. A la fecha, ya se tendrían millones de vehículos de combustible flexible en las carreteras, pero el gobierno retrasa los programas de integración de esta nueva tecnología debido al acuerdo que tiene con las compañías petroleras que controlan el mercado (Chevron, Texaco, Shell, Mobil, Exxon, BP y Amoco).
En general, ¿es demasiado pedir que los políticos den un paso adelante, rompan el monopolio petrolero y reduzcan la dependencia americana de energía extranjera?
Otro factor que afecta la economía mundial es la inmigración, con la cual un país resuelve sus problemas de mano de obra, aceptando trabajadores de otros países en las áreas de servicios, agricultura e industrial. En algunos casos, los nacionales protestan por la invasión de las fuentes de trabajo, por lo que el gobierno procede a la aplicación de políticas de restricción en el tráfico de trabajadores como: barreras físicas, económicas, lingüísticas e ideológicas. Las anteriores medidas no son deseables porque nunca resolverán esta situación, y la única solución es atendiendo sus causas (hambre y pobreza) y consecuencias (abandono del campo y desintegración familiar).
Una posible solución es la propuesta del gobierno español para promover programas de retorno voluntario para los inmigrantes ecuatorianos, la cual consiste en que el gobierno español proporciona incentivos económicos a las empresas españolas para que inviertan en Ecuador y, que conjuntamente con el capital ecuatoriano de la iniciativa privada local y de la remesas que envían los inmigrantes, se creen proyectos que generen fuentes de trabajo. Es decir, está visión sería viable en el caso de México-Estados Unidos sí existiera en éste último un propósito político-económico de hacer una inversión en México, con la finalidad de crear empresas que atraigan a los trabajadores voluntariamente hacia las nuevas fuentes de trabajo creadas en su país de origen; siempre y cuando se cuente con el apoyo económico-político del gobierno mexicano y de la iniciativa privada.
En conclusión, a estos “problemas” ya existen visiones y soluciones generadas por los individuos que constituyen el capital intelectual del mundo; faltando únicamente la voluntad política, de carácter individual, social e institucional, la cual marque la diferencia y el rumbo hacia un estado de equilibrio mundial.
Un poquito de lo que platicabamos el viernes... en México ya no observan detenidamente los intereses de la sociedad, solamente se preocupan por lo que genere mas ganancias no importando el impacto bueno o malo que estas lleguen a tener.
En fin XD¡
Posted by Lilo | octubre 01, 2007 1:50 a.m.
En general los políticos solo piensan en llevar agua a su molino y joder al competidor, no les importa realmente la sociedad, aunque sí les gusta el reciclaje, por eso solo se cambian de puesto en cada administración, ese reciclaje de cargos es el único q existe, todo esto aunado a la poca iniciativa/apatía de la gran mayoría de mexicanos (q de una u otra forma también nos arrastra en ocasiones)q prefieren seguir las corrientes y culpar solamente a las cabezas de gobierno sin pensar en quién es quien lo permite...
AH bendita utopía el lograr una reacción similar a la de V....
Posted by JMZ | octubre 06, 2007 12:11 a.m.